Es ánimo de nuestro club desentrañar los arquetipos políticos. Hace algún tiempo mostramos la dualidad de la política española: la diferencia entre el PP negro y el PePe Blanco. Hoy, profundizamos en el arquetipo dual del partido cuyas siglas son explícitas en este sentido: PP.
La búsqueda de arquetipos consiste en entender porqué todo el mundo piensa lo mismo sin que aparentemente haya una razón.
Por ejemplo, todo el mundo piensa que Mariano Rajoy no manda nada en el PP, pero nadie acaba de desentrañar el fundamento. Y es que no hay nada físico detrás de esta sensación, sino un arquetipo derivado del propio nombre del partido: el PP es del Pepe (ya saben, aquel tipo del bigote).
Pero es más: todo el mundo sabe que Mariano Rajoy acabará cediendo el puesto de «líder» en el PP, previsiblemente tras su próxima derrota electoral. Y de nuevo no hay nada físico en esta evidencia, sino de nuevo el arquetipo de un nombre: el suyo. En una no muy lejana comparecencia la veremos: yo Rajoy, me rajo hoy.
A la luz de estos arquetipos es como debemos analizar la actualidad política del principal partido de la oposición: Zaplana ha encogido recientemente. Y de nuevo esto no es más que por un arquetipo dual: ante Rato para rato, Zaplana s’aplana.
Todas estas cuestiones han abierto el problema de la sucesión del lider en el PP: ¿Gallardón? ¿Rato? ¿el incombustible Fraga? Pero la respuesta está también en el arquetipo dual y apunta, como algunos ya recogen, a que será la presidenta de la Comunidad de Madrid. Y está claro: la esperanza es Esperanza.
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