La LEY ORGÁNICA 2/2006, de 3 de mayo, de Educación, LOE, establece en la Disposición adicional segunda, relativa a la enseñanza de la religión lo siguiente:
«1. La enseñanza de la religión católica se ajustará a lo establecido en el Acuerdo sobre Enseñanza y Asuntos Culturales suscrito entre la Santa Sede y el Estado español. A tal fin, y de conformidad con lo que disponga dicho acuerdo, se incluirá la religión católica como área o materia en los niveles educativos que corresponda, que será de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos.»
Este «de oferta obligatoria para los centros y de carácter voluntario para los alumnos supone que en este caso los centros están obligados a impartir dicha asignatura aun habiendo un único alumno, situación que no sucede con el resto de confesiones. Pero no sólo con el resto de confesiones, ESTA SITUACIÓN DE PRIVILEGIO DE LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN NO LA TIENE NINGUNA OTRA ASIGNATURA, que, obviamente (salvo que sea obligatoria) necesita de un mínimo número de alumnos para ser cursada.
Por otro lado, hemos sabido recientemente que casi todos los alumnos que pretenden estudiar Islam en los centros educativos no pueden cursarla, pues les exigen tener un mínimo número de alumnos (más o menos sobre 10) para poder ofertarla. Podemos hacernos una idea de dicha situación si resulta que para este año hubo casi 120000 solicitudes para estudiar Islam y sólo hay 41 profesores, es decir, una ratio de más de 2900 alumnos por profesor…
Vivimos en un continuo surrealismo educativo: surrealismo por antieducación de dar religión (evangelización, no hay más que ver el curriculo oficial para espantarse) católica en las escuelas, surrealismo por ampliación de dar otras religiones además de la católica, surrealismo por privilegio de las condiciones ventajosas de la asignatura de religión católica y surrealismo de objeción por ese goteo de peones que la Iglesia ha puesto para objetar a una asignatura de Ciudadanía que, básicamente, no se diferencia en gran cosa de la asignatura obligatoria de Ética…
El Club del Tetraedro 
Lo que hay que hacer es sacar las religiones de la escuela de una puta vez. La religión pertenece al ámbito privado de las personas y no es de recibo que las escuelas públicas sigan facilitando la labor instructiva de entidades privadas.
Es como si le conceden a Amancio Ortega que se de de manera voluntaria en las escuelas el cursillo de formación de Zara. Así se ahorarría multitud de follón cada vez que quiera contratar a alguien para su tienda, o ahorrarse mucho dinerito en publicidad.
«Lo que hay que hacer es sacar las religiones de la escuela de una puta vez». Totalmente de acuerdo, pero tal y como vamos no sé si lo llegaremos a ver en este pais. Con la Iglesia hemos topado.
saludos.