Pos eso. Ya dijo el nuevo presi que hay que llamar al pan, pan y al vino, vino. Como no todo va a ser de golpe se irá haciendo poco a poco. De momento ya no hay violencia machista, ahora es «violencia en el entorno familiar». En realidad el objetivo final es transformar el antiguo Ministerio de Igualdad en el Ministerio de «algo haría». Y si alguien tiene alguna queja ya le mandan a Pérez-Reverte para descojonarse de los usos absurdos del lenguaje, que está clarito: al pan, pan y al vino, vino…
Sólo el hecho de tener que haber creado en su día un ministerio con esas competencias ya lo dice todo. La desigualdad campa a sus anchas y ahora ni se va a hacer frente a los efectos de la desigualdad en algunos seres vulnerables por una situación desigualitaria de partida.
saludos.