Tenía tiempo, así que pensé en tomarme un café. Sentado ya en la barra y sin mediar palabra, un señor con aspecto de apacible abuelete me dejó un papel con un número impreso, al igual que iba haciendo con el resto de los clientes. -¿Qué es esto?- pregunté. –Es un número para el sorteo de la escopeta-, me contestó un compañero de barra. -¿Y qué es ese sorteo?- Pregunté estupefacto. –Muy sencillo, en este establecimiento hay algunas personas que reparten números entre todos los clientes, incluidos ellos. Y todos los días hay un sorteo. Si te toca el número del sorteo esta persona aparece y te pega un tiro en la cabeza con la escopeta. Pero no te preocupes, son tantos dígitos que es muy poco probable que te toque…
Espantado por semejante ocurrencia pagué el café sin tomarlo y busqué una cafetería normal donde poder leer tranquilamente la prensa. Pero en aquella calle todas las cafeterías tenían el mismo sistema siniestro del sorteo de la escopeta. Lo ponía bien claro a la entrada del establecimiento: Se permite fumar…
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El Club del Tetraedro 
Me ha gustado leer esto.
sin embargo no es mas que demagogia, porque el cartel ya te avisa que hay un señor con una escopeta dentro….la eleccion es tuya….no del de la escopeta…..mientras la ley permita entrar con escopeta a los locales donde lo permitan…….(yo no fumo, pero me jode mucho que se utilice al tabaco como caballo de troya, mientras nos estan envenando con sus empresas bioquimicas, sus pesticidas, herbicidas y las diversas sustancias que permiten agregar a los alimentos)